EL NOMBRE AMÉRICA VIENE DE LOS MAYAS Y NO DE VESPUCIO II

EL NOMBRE AMÉRICA VIENE DE LOS MAYAS Y NO DE VESPUCIO 

El gran cuento eurocéntrico

Por Atawallpa Oviedo Freire, filósofo andino, autor de 12 libros, 5 traducidos al francés. 19-09-2021

Parte II (Parte I)

Pasemos a demostrar y confirmar esta afirmación, para que no quede como teoría o un nuevo cuento. Para ello, iniciemos señalando que Europa hasta antes de la invasión (no conquista) de Amerike, no jugaba ningún rol primordial a nivel planetario de tipo geopolítico ni económico ni tecnológico ni nada hasta esa época. Quienes habían tenido mayor presencia y protagonismo en toda esa región eran los árabes, los persas, los hindúes, los egipcios y los chinos. En otras palabras, el nivel e importancia que alcanzó Europa tiene apenas 500 años de existencia.

Antes de ello, Europa era muy pobre, con mucha delincuencia, graves epidemias, guerras permanentes, fanatismo religioso, etc. Especialmente en la denominada edad media que duró más de mil años, y que fue llamada por los mismos europeos como la época oscurantista. No existe en la historia humana una época más terrible y de tanto tiempo, como la que sufrió el pobre pueblo europeo. Situación que a pesar del apogeo obtenido en estos 500 años, se prolongó hasta hace poco tiempo en la segunda guerra mundial, siendo tan solo desde ahí que Europa vive una época de amplio esplendor, pero que ahora se ve nuevamente amenazada por los grupos fundamentalistas y nacionalistas.

Esplendor, gracias a las ricas minas de Amerike y de todo el continente, pues Europa era muy pobre por los más de 1000 años de oscurantismo a la que fue sometida. Con qué recursos hubiera podido salir de esa situación de miseria, sino, gracias a todo lo que se fueron llevando los conquistadores de todo el territorio de Amerike es que lo lograron. Pero dejando en la miseria a los americues hasta el día de hoy, en que el colonialismo sostenido por los criollos se ha mantenido durante estos 500 años.

Los que condujeron al pueblo europeo a soportar este terrible oscurantismo fueron los romanos, quienes se auto impusieron la tarea de civilizar a los pueblos salvajes y bárbaros de Europa, como así los denominaban y calificaban. Los emperadores romanos habían asimilado los dogmas logocráticos y logolátricos de los griegos, es decir, la preponderancia o supremacía del logos o de la razón sobre las demás inteligencias humanas, que era inicialmente lo que significaba civilizar, es decir, el anular las otras capacidades humanas para solo potenciar a la razón.

Consideraban que una persona civilizada es aquella que es racional, pues los irracionales, especialmente las mujeres, utilizan básica o únicamente las otras facultades humanas (emociones, sensibilidades, intuiciones), y que ahora la ciencia ha demostrado que la razón no es la mejor de las inteligencias sino otra más. Para los griegos clásicos solo los hombres nobles, es decir, los hombres superiores o mejores utilizan la razón, pues los hombres inferiores son irracionales, pareciéndose en ello a las mujeres, razón por la cual son menores, peores, pobres, poco inteligentes, enfermos, etc. Algo que no ha cambiado hasta el día de hoy y actualmente vemos el auge de los supremacistas blancos.

Creencia ésta que se impuso en Grecia y en todos sus alrededores, quienes conformaban el denominado helenismo, que incluye al patriarcado otomano, el cual a su vez lo asimiló del patriarcado babilónico y éste finalmente del mesopotámico. Siendo en este último lugar donde nació el patriarcado, cuna del patriarca Abraham el padre de las religiones monoteístas, de la primera ciudad (civis) Uruk, de las primeras formas bancarias y prestatarias, de la potencialización de la propiedad privada, de la desacralización de la madre tierra, etc., etc. Todas las cuales, son las raíces de lo que posteriormente los griegos llamarán la civilización y el concepto de civilizado en un nuevo nivel, y que era además el cuestionamiento a todos aquellos que vivían en formas comunitarias, en aldeas, en propiedad colectiva, en relación sagrada con todo lo existente, en paridad entre lo masculino y femenino, etc., etc.

El patriarcado siguió su conquista del mundo y los patricios romanos decidieron civilizar Europa y el norte del África, es decir, domesticar y dogmatizar a estos pueblos. Para ello, debieron destruir su sistema de vida y a las instituciones históricamente construidas por los pueblos indígenas de Europa. Los que lo habían formado en por lo menos 20.000 años de existencia en ese territorio, y muy especialmente por los que se asentaron hace unos 10.000 años, recreando sus propias formas culturales, idiomas, espiritualidades, etc.

Siendo resaltable la cultura Celta que tuvo un gran esplendor, pero que lamentablemente ésta y todas las demás culturas indígenas de Europa fueron abatidas por los colonizadores romanos, y en su lugar impusieron el latín, el cristianismo, el derecho, el estado, y demás instituciones civilizatorias o enajenadoras, hasta el día de hoy.

Para conseguirlo tuvieron que hacerlo por la fuerza y en un largo período, tomándole al patriarcado más de 1.500 años en imponerse ampliamente. Logrando a este momento casi completamente, pues todavía sobreviven lenguas nativas como el euskera en Euskadi (país Vasco-España y Francia con 700.000 habitantes), o las lenguas celtas en Irlanda y Escocia. Lenguas indígenas de Europa que se encuentran en peligro de desaparición, pues los extremistas y nacionalistas quieren imponer el castellano y el inglés, respectivamente. En todo caso, hay un despertar de lo Celta y quizás será difícil que lo logren completamente.

A su vez, los patriarcalizados y civilizados europeos se lanzaron a hacer lo mismo con Amerike, y en estos 500 años han avanzado mucho más rápido de lo que lo hicieron con Europa y África del norte. Especialmente en los últimos 150 años con la “revolución industrial, tecnológica y digital” en marcha, en el cual el colonialismo ha alcanzado su clímax, pero al mismo tiempo su decadencia y degeneración.

Siendo en este estado en que nos encontramos actualmente, en una disputa encarnizada entre los colonialistas contemporáneos de derecha e izquierda que quieren dar su estocada final, y por otra parte, la resistencia de los pueblos milenarios que han reaccionado más vivida y frontalmente, disputando y rebatiendo a los conocimientos que el eurocentrismo los pusiera como únicos o universales o superiores. Ahora estamos preparados y listos para confrontarles en cualquier ámbito al eurocentrismo. Y parte de ello, es la descolonización de la historia, y en este caso del nombre de este continente, con todo lo que ello implica.

Quién es Vespucci. A la época algunos le atribuían ser el “descubridor” del Nuevo Mundo, es decir, antes que Colón. Luego le imputaron ser el primero en pisar tierra continental, pues Colón había llegado sola a las islas aunque le reconocían a él ser el “descubridor”. Generándose en dicho tiempo una gran disputa entre los defensores de cada uno, y que ha durado hasta el día de hoy. Todavía más la controversia se ha amplificado, cuando hay otro personaje de por medio y que se llama Juan Caboto[5], quién también entra en esta disputa de quién fue el primero en pisar América, convirtiéndose también en otro personaje fundamental en este cuento eurocéntrico.

La fama principal que alcanzó Vespucci en aquella época se debe a dos obras publicadas bajo su nombre entre 1503 y 1505: el Mundus Novus y la Carta a Soderini. Y no era tanto por las descripciones astronómicas que él hace, las que por cierto “los expertos señalan que las descripciones astronómicas de Vespucio son confusas, que no hizo observaciones notables o novedosas y que sus técnicas eran poco fiables. No dejó ningún mapa con su firma.

Pero poco importaba cuando su relato era una lectura tan apasionante: indígenas que vivían 150 años y que cometían incesto y canibalismo a discreción —uno había comido 300 cadáveres—, mujeres voluptuosas y “urgidas por un exceso de lujuria” que yacían con los cristianos a la menor oportunidad, y hombres que usaban “un cierto recurso suyo, la mordedura de ciertos animales venenosos” para aumentar sus genitales “a un tamaño tan gigantesco que aparecen deformados y repugnantes”. No es de extrañar que Mundus Novus se convirtiera en un best seller de su época, traducido a varios idiomas.”[6]

Vespucio es otro cuentero y estafador más en este culebrón eurocéntrico, tanto es así, que algunos autores europeos dudan de que realmente pisó suelo del Nuevo Mundo en las fechas que él anota, ni hay registros de que alguien haya diseñado y financiando sus viajes, tan solo en el tercer viaje que realizó en el año 1500 sí habría llegado personalmente.

Sea como haya sido, Vespucio es un personaje que da mucho que hablar y hay muy poca seguridad de lo que él dice, habiendo mucho que viene de su imaginación fantasiosa, pues casi nada de lo que dice sobre los hombres y las mujeres del Nuevo Mundo se acercan a la realidad[7].

En Europa pululaban muchos autores que para hacerse famosos se inventaban historias excepcionales dignas de novelas de ficción, y así alcanzaban reputación que eso es lo que más les interesaba[8]. Es más, hubo algunos que se asumían como cronistas y que narraban episodios como que los hubieran visto personalmente en América, pero que eran puras entelequias suyas. Siendo algunos de ellos, calificados de mentirosos e impostores por quienes sí pisaron suelo americano.

Hay tanto manoseo y cuenteo en todo esto, que quién firma estos libros es Alberic Vespucci, como lo demostramos con las siguientes fotos de las tapas o portadas de sus libros, (las mismas que se puede encontrar en google). Actualmente el British Museum posee ocho de las doce ediciones latinas de Mundus Novus, cuatro de las doce alemanas, y ejemplares del Paesi Nouamente Retrovati en italiano, latín, alemán y francés. Y la mayoría están firmados por Alberic Vespucci.

La primera edición se publicó en París en 1503, Roberto Leviller un gran estudioso de Vespucci al respecto anota: “Las características individuales de esta edición princeps, son las siguientes, en comparación con las demás Mundus Novus no está en el frontispicio, ni figura tampoco en el título de la tercera página. Vespucio es escrito Albericus Vespuccius y la carta es dirigida a Laurentio Petri francisci de Medicis.”[9]

Y aquí la estafa: En 1504 se hace una nueva edición de Mundus Novus y en la que aparece por primera vez el nombre Americo, pero al mismo tiempo Alberic Vespucci, como que fueran dos autores. Incluso, esta edición actualmente se puede comprar en amazon[10] y que es una reimpresión idéntica a la original de 1504. Es decir, en ciertas ediciones aparece Vespucci con los dos nombres, y en otras únicamente con Alberico o solo con Americo. Pero, de igual manera se han inventado nuevas ficciones para justificar estos dos nombres: de que él firmaba indistintamente con los dos, o que Alberic es una degeneración viciosa de aquella palabra, etc.[11]

En la próxima edición la Parte III

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[5] https://www.uv.es/ivorra/Historia/SXV/1497.htm

[6] https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/grandes-personajes/americo-vespucio-cosmografo-nombre-america-error/

[7] https://pueblosoriginarios.com/textos/vespucio/vespucio.html

[8] http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2412-57332013000100004&lng=es&nrm=iso

[9] https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/40592/1/225723.pdf

[10] https://www.amazon.fr/Alberic-Vespucci-lauretio-Mundus-novus-1504/dp/B00JQUBR3O

[11] https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/55834/2/206859.pdf&origen=BDigital