Litio: Retomar la industrialización del litio
RETOMAR Y POTENCIAR LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL LITIO EN BOLIVIA
Juan Carlos Montenegro Bravo/28-04-2020
Ingeniero Metalúrgico, Docente Investigador emérito del Instituto de Investigaciones en Metalurgia y Materiales de la UMSA y ex Gerente Ejecutivo de YLB (marzo 2017 a diciembre 2019)
A propósito de las recientes declaraciones del ministro de Economía y Finanzas, José Luis Parada, en torno a que el litio, junto al sector agropecuario y la industria, serían la punta de lanza para impulsar la economía boliviana luego de la cuarentena, resulta necesario efectuar algunas reflexiones sobre el proceso de explotación e industrialización del litio en nuestro país.
Ante la profunda crisis económica mundial y nacional que viene generando la pandemia COVID – 19, se debe ratificar que la industria del litio en Bolivia tiene que ser considerada como uno de los sectores estratégicos que en los próximos años permitirá fortalecer la economía nacional y aminorar en el tiempo el impacto negativo provocado por la pandemia.
¿Cuáles serían las medidas y las alternativas para retomar y potenciar la industria del litio en nuestro país? A lo largo de este artículo se abordan esas condiciones y se propone algunas medidas de corto y mediano plazo.
La legislación boliviana no permite la privatización de la explotación del litio.
La Ley 928 de creación de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), promulgada en abril de 2017, es el referente ineludible que norma la participación del estado en la explotación directa y exclusiva de los salares a través de la empresa YLB. También establece las condiciones y los ámbitos posibles de participación de las empresas privadas, nacionales o extranjeras. Por tanto, retomar el proceso de industrialización del litio en el país, pasa por la aplicación de la Ley 928 e impulsar las operaciones de la estatal YLB. Por otro lado, el logro de mayores inversiones y la incorporación de nuevas tecnologías por parte de empresas extranjeras en calidad de socios estratégicos, pasa por generar las condiciones de su participación en los procesos de semi industrialización, industrialización y procesamiento de residuos, como está establecido en la ley mencionada. No existe basamento normativo ni resquicio jurídico alguno para la aplicación de planes que puedan orientarse a la privatización de la explotación del litio en Bolivia. Por constitución, la Ley 535 de 2014 y la Ley 928 del año 2017, los salares son reserva fiscal y el litio es definido como un recurso estratégico, cuyo control, exploración, explotación, transformación y comercialización debe estar a cargo del estado boliviano. No hay alternativa para la privatización de los salares y lagunas saladas en Bolivia. Pretender cambiar la Ley 928, sería un peligroso, polémico, largo y sinuoso camino que podría postergar indefinidamente la necesidad de fortalecer lo antes posible la industrialización soberana del litio en nuestro país. A este respecto, recientemente el 23/04/2020, la Federación Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sur (FRUTCAS) del departamento de Potosí, emitió un pronunciamiento declarándose en estado de emergencia ante cualquier intento de privatizar la explotación del litio en el salar de Uyuni. Esta es sólo una muestra de los conflictos sociales que se podrían generar avanzando por el camino de la privatización.
Fortalecer YLB y afianzarse en el mercado internacional del litio.
El precio del litio ha tenido un descenso ya desde el 2019 y es muy probable que continúe y se agudice este 2020 y el 2021, por la paralización y lenta reactivación de la industria de vehículos eléctricos y la recesión económica que se pronostica como efecto de la pandemia COVID-19, principalmente en el mercado más grande del litio como es China. Sin embargo, la elevada tasa de crecimiento de la demanda global presentada en los últimos 10 años (2010 a 2019), de 165% frente a 153%[1] de la oferta, proyecta una demanda para el año 2025 entre 700.000 a 800.000 toneladas por año.
En ese contexto, Bolivia debe continuar con el objetivo de posicionarse firmemente como un actor de peso en el mercado internacional del litio, avanzando en la producción y el establecimiento de contratos comerciales del carbonato de litio. Por otra parte, después de la crisis de noviembre del año 2019, YLB ha ingresado a un periodo de inestabilidad y debilitamiento, a raíz de cambios consecutivos de su gerencia ejecutiva (en tres oportunidades en poco menos de un mes), improvisaciones y también a raíz del retiro de una parte importante de técnicos especializados y de larga experiencia en la empresa. Buena parte de las operaciones de YLB fueron paralizadas incluso antes de la pandemia, como es el caso la planta industrial de cloruro de potasio. Es por ello necesario fortalecer a YLB y retomar lo antes posible sus operaciones en el salar de Uyuni y salte de las 400 toneladas de carbonato de litio producidas el 2019 en la planta piloto, a unas 4.000 toneladas para el 2021, con la planta industrial de carbonato de litio del litio en construcción. Es prioritario retomar la comercialización spot y el establecimiento de contratos de compra venta a largo plazo, pues es la única manera de insertarse en el mercado internacional y afianzarse cada vez con mayores volúmenes de producción, lo que todavía es posible. De lo contrario, los oferentes coparán todos los espacios en los próximos años.
De la misma manera, se debe incrementar la capacidad de producción de sales de litio en Bolivia, mediante la incorporación de nuevas inversiones y nuevas tecnologías, en el marco de alianzas estratégicas de constitución de empresas mixtas, aspecto que tuvo significativos avances entre el 2018 y 2019, con la empresa alemana ACI Systems y la empresa china Xinjiang TBEA Group Company, extendiendo de ese modo, las operaciones también a los salares de Pastos Grandes y Coipasa. En la industria del litio, las decisiones que se puedan tomar en el momento, son determinantes para al menos los próximos cinco años.
Es por tanto urgente la aplicación de un plan a corto y mediano plazo para el sector del litio en nuestro país. Se señalan a continuación algunas medidas urgentes e inmediatas que YLB debería adoptar.
Reinicio de las operaciones de YLB a la brevedad posible.
Es prioritario garantizar el proceso de funcionamiento y mantenimiento adecuado de las más de 50 piscinas de evaporación en actual operación en el salar de Uyuni, para garantizar la provisión y acumulación de materia prima (silvinita, sales mixtas y sulfato de litio) para las plantas de cloruro de potasio y de carbonato de litio. Ello implica contar con el personal necesario, incluso durante épocas de cuarentena, que garantice el bombeo, control químico y trasvase inter piscinas. No hacerlo significa convertir en inservibles cientos de miles de toneladas de sales y salmuera, debido a la mezcla incontrolable que se produciría a falta de supervisión del proceso de evaporación. En ese caso extremo, retirar de las piscinas las sales inservibles para iniciar un nuevo proceso de evaporación, implicaría un elevado costo y al menos dos años de postergación del reinicio de las operaciones productivas de YLB.
Por otra parte, al ser el litio un sector industrial estratégico para la economía nacional de los siguientes años, YLB y su personal debe retornar a las operaciones en el salar de Uyuni a la brevedad posible, con todas las precauciones de seguridad y protección sanitaria, así como con los servicios esenciales de alimentación, transporte, combustible y suministros, en el marco de la flexibilización de la cuarentena.
Esto permitirá concluir la ampliación a 1.000 toneladas de capacidad de la planta piloto de carbonato de litio, reanudar la producción de la planta industrial de cloruro de potasio, retomar la construcción de la planta industrial de carbonato de litio, para que al 2021 pueda producir al menos 4.000 toneladas, así como dar continuidad a todas las operaciones urgentes en el salar, incluido el reinicio de las operaciones en las plantas piloto de Cátodos y Baterías de La Palca. Habrá serias dificultades para lograr el suministro de reactivos y materiales, sobre todo los de importación, pero se deben iniciar inmediatamente las gestiones para garantizar la provisión de los insumos correspondientes. Con estas medidas urgentes, YLB podría generar ingresos entre 40 a 50 millones de dólares el 2021 y el 2022, algo más del doble.
Diferir las obligaciones financieras con el BCB
Se debe diferir el pago de la cuota del crédito que YLB tiene con el Banco Central de Bolivia, que corresponde a junio del 2020. Por todas las circunstancias expuestas, YLB no ha producido ni ha comercializado en este periodo, por tanto, no ha generado ingresos para honrar siquiera parte de la deuda. Corresponde también a las instancias correspondientes y al BCB, reprogramar el reinicio de los pagos hasta por lo menos el 2022. De lo contrario, YLB correría el riesgo de ahogarse financieramente.
Por otra parte, el monto global de crédito del BCB y autorizado por las leyes N° 062, 211 y 396 del Presupuesto General del Estado para los años 2011, 2012 y 2013 respectivamente, asciende a la suma aproximada de 886 millones de dólares, de los cuales a noviembre del 2019 se ejecutaron 631 millones aproximadamente (71,2%). Quedaban pendientes como 72 millones por desembolsar hasta el 27 de diciembre del 2019 y cerca de 114 millones de dólares todavía por contratar el 2020, monto de dinero existente pues fue autorizado y comprometido por ley . Es este último contrato pendiente que YLB y el Ministerio de Energías, deberían gestionar de manera prioritaria hasta su desembolso bajo programación, para garantizar las operaciones de YLB.
Retomar los acuerdos con las empresas ACI Systems y Xinjiang TBEA Group Company.
En cuanto a la incorporación de nuevas y mayores inversiones y tecnología en la industria del litio, se propone retomar las negociaciones, incluso bajo nuevos términos, con la empresa alemana ACI Systems (ACISA en Bolivia) y la china Xinjiang TBEA Group Company, para impulsar financiamiento, mayores inversiones, tecnología e incrementar, en el mediano y largo plazo, la capacidad productiva de sales de litio en los salares de Uyuni, Pastos Grandes y Coipasa. Cabe efectuar un resumen de lo avanzado con estas empresas, para entender la necesidad y oportunidad de retomar la relación.
En el marco de la Ley 928, durante los años 2017 y 2018, YLB tuvo acercamiento con más de 15 empresas de diferentes países como Australia, Alemania, Canadá, Chile, China, Reino Unido, Rusia, Suecia y Suiza, las cuales presentaron sus expresiones de interés para conformar una asociación estratégica con Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) para la Industrialización del litio y los recursos evaporíticos de Bolivia. Como resultado de este proceso, el 2018 fue selecciona como socio estratégico la alemana ACI Systems y a inicios del 2019, la empresa Xinjiang TBEA Group Company.
La propuesta de ACI Systems se resume en el siguiente cuadro.
La implementación de las dos primeras plantas (hidróxido de litio y de magnesio) se debía realizar mediante la conformación de la primera empresa mixta y las otras dos plantas (cátodos y baterías) con otra segunda empresa mixta. El 7 de diciembre de 2018, a través del Decreto Supremo 3738, se creó la primera Empresa Pública YLB–ACISA de tipología Empresa Mixta, en la que YLB tiene el 51% de las acciones y ACISA el 49%. La Empresa Mixta YLB-ACISA se constituyó como una filial de YLB Corporación, habiendo llegado a obtener su matrícula de comercio en octubre del 2019. Sin embargo, ante los acontecimientos que se suscitaron en el departamento de Potosí y a nivel nacional, el 2 de noviembre de 2019 se abroga el D.S. 3738 de creación de la Empresa Mixta YLB-ACISA, mediante el D.S. 4047.
Haciendo abstracción de las infundadas calificaciones de un supuesto carácter entreguista del D.S. 3738, las principales objeciones efectuadas en contra del, mismo, tuvieron que ver con el estatuto de la Empresa Mixta, en el cual se establecía un tiempo de duración de la asociación por setenta años, el no pago de regalías por el hidróxido de litio a producir a partir de la salmuera residual y el obligado consenso para la toma de decisiones en el Directorio de la Empresa Mixta. Todos estos aspectos tienen alternativas de solución para llegar a acuerdos de beneficio mutuo y tendrán que ser aclarados y reevaluados al momento de reiniciar las negociaciones con ACI Systems y ACISA, su representación en Bolivia.
Lo sustancial del beneficio y oportunidad de retomar la relación con ACI Systems, tiene varios elementos a destacar. El primero radica en que por lo avanzado de la relación, resulta ser la vía más rápida para impulsar nuevas inversiones y, lo más importante, permitiría generar casi 490 millones de dólares por año con la producción acordada para la primera Empresa Mixta, de los cuales más del 70% se debían quedar en Bolivia, pero que lamentablemente fe disuelta por la abrogación del decreto de su creación. Este importante ingreso a la economía nacional resultaba de que además del 51% de la utilidad neta que correspondía directamente a YLB, la Empresa Mixta YLB-ACISA, debía pagar el impuesto a las utilidades IUE (25%), además del 12,5% del impuesto a la remisión de utilidades al exterior. Un segundo elemento, constituye la oportunidad de aprovechar el contenido de litio todavía existente en la salmuera residual para producir hidróxido de litio, de lo contrario esta salmuera deberá ser devuelta al salar, perdiendo la oportunidad de optimizar su aprovechamiento y generar mayores ingresos para el país. Para comprender mejor lo que significa la salmuera residual, se presenta la siguiente figura.
Un tercer elemento, que corresponde a la propuesta de ACI Systems, tiene que ver con la oportunidad de crear una segunda empresa mixta para producir materiales catódicos y baterías de ion litio en Bolivia, bajo los estándares de calidad de la industria de electromovilidad alemana y, lo más importante, con el mercado asegurado en Alemania y Europa para las baterías a ser fabricadas en Bolivia. Esta es una oportunidad excepcional, pues todavía la empresa y el gobierno alemán, han manifestado hace poco, a través del embajador Stefan Duppel, su disposición a encontrar caminos para reconstituir la primera empresa mixta disuelta y continuar con estos planes. De concretarse esta segunda empresa mixta, las proyecciones de ingresos para el 2023 o 2024, podrían generar aproximadamente 4.000 millones de dólares anuales, que del mismo modo anterior, más del 70% de estos ingresos se quedarían en Bolivia.
Otra oportunidad para potenciar la industria del litio en Bolivia y lograr una inversión adicional de aproximadamente 2.390 millones de dólares, podría lograrse dando continuidad a lo avanzado hasta el año 2019, con la empresa china Xinjiang TBEA Group Company (TBEA). Esta empresa fue seleccionada como socio estratégico para desarrollar los salares de Pastos Grandes en Potosí y el salar de Coipasa en Oruro, luego de haber realizado YLB, durante el año 2018, acercamientos con varias empresas de países como Rusia, China, Alemania e Irlanda.
La propuesta de TBEA se resume en el siguiente cuadro.
La propuesta garantiza el mercado de los productos en el mercado chino y asiático, además establece que los empleos directos a generarse en ambos salares serían de 1.075 puestos de trabajo y el año estimado de inicio entre el 2022-2023. Adicionalmente, TBEA propuso conformar una sociedad con YLB para instalar una Planta de Baterías de Ion Litio en la China, con una capacidad de 12 GWh y una inversión aproximada de 850 millones de dólares americanos.
El 20 de agosto de 2019 se firmó un acuerdo para avanzar en la conformación de la Empresa Mixta YLB-TBEA y se iniciaron algunas acciones para la preparación de los estudios iniciales de prefactibilidad. Hasta noviembre de 2019, quedaba pendiente la aprobación consensuada de los Estatutos correspondientes, siendo este uno de los requisitos para la posterior constitución de la empresa mixta mediante decreto supremo.
Esta es otra excepcional oportunidad que debería ser retomada a la brevedad posible.
Conclusiones.
Retomando las operaciones y planes de YLB corporación fortalecida y materializando las alianzas estratégicas descritas, está abierta la oportunidad de que en los próximos 4 a 5 años, la industria del litio en Bolivia se consolide en toda la cadena de industrialización, se inserte con fuerza en la industria y el mercado mundial del litio, para de ese modo generar un ingreso anual superior a los 5.000 millones de dólares, monto mayor al generado históricamente por el sector hidrocarburífeo.
Estas son algunas de las tareas más urgentes que deberían adoptarse para potenciar la industria del litio en Bolivia.
[1] @BCRmercados, USGS, Mooody’s y Metalery.com