Los chinos en Bolivia
Los chinos en Bolivia
Muruchi Poma (Rumi)/02-08-2018
La carretera de Cochabamba al Chapare está ahora medianamente transitable. No siempre fue así. En uno de mis últimos viajes al trópico cochabambino le pregunté al conductor del trufi (una vagoneta de viaje para pasajeros) donde yo viajaba qué es lo que está pasando con esa carretera que está en pésimas condiciones sobre todo en la parte de sacaba (que ahora es parte de la ciudad de Cochabamba). El chofer que también es propietario del trufi me dijo que Evo entregó la obra de refacción de la carretera a las organizaciones de los chapareños, corrieron millones, pero la mayoría al bolsillo de los corruptos. Construyeron a medias. La carretera quedó peor que antes.
Evo se enojó y les quitó la obra y se los entregó a los chinos. ¿De dónde sabes eso?, le dije al chofer del trufi. Soy pues chapareño me contesto. Por entonces no le di mucha importancia a ese testigo ocular. Más bien pensé en la justificación de ese procedimiento: a la exclusión de las empresas oligárquicas que se enriquecieron por siglos con los dineros del Estado debían seguirles otras que continúen con las obras de infraestructura boliviana. Como no nacionalizaron las empresas privadas de la oligarquía de construcción de carreteras me parecía viable dar preferencia a empresas del pueblo, pero entregarla a las organizaciones chapareñas me parecía totalmente ingenua. Una empresa no es un sindicato. Me puedo imaginar que Evo y los de su partido hayan sido capaz de esa ingenuidad. Y vino lo que debía venir, Evo debía entregarla a una verdadera empresa, esta vez a chinas.
Evo paga Xi recibe
La certeza de mi casual testigo ocular, por lo menos en cuanto a los chinos, de hace exactamente 4 años atrás está ahora escrito en blanco y negro en Observatorio de Inversiones Latinoamericanas. China Arzone Industry Corp. Ldt., China Railway International Group Co.Ldt. y Sinohydro Corporation Limited están en la lista de los constructores beneficiaros de las carreteras bolivianas. El Observatorio llegó a constatar 25 contratos en diversas áreas (sobre todo en la de construcción de carreteras) de la economía boliviana e indica: “De los 25 contratos identificados en esta muestra, tan sólo 2 tienen un financiamiento de China, del gobierno de la República Popular y del China Exim Bank. El resto proviene del propio Estado Boliviano y de entidades financieras internacionales”. Por las dos vías de financiamiento se benefician los chinos: por la línea de créditos que son condicionados, es decir los chinos dan la plata, ganan los intereses y ponen la empresa con tecnología y personal que debe gastarla al ejecutar el proyecto; por la línea de financiamiento del Estado boliviano, los chinos ponen la empresa con el correspondiente beneficio para su tecnología y técnicos chinos. Por lo que nuestra afirmación vale: Evo de Bolivia paga y Xi de China gana.
Los chinos construyen para los bolivianos
Lo de las carreteras bolivianas es lo de menos en el negocio de los chinos en Bolivia. Una recapitulación rápida de sus negocios preferenciales en Bolivia nos hace que el interés del gigante asiático radica en las materias primas y en eso aquellas estratégicas para su geoeconomía.
El 17 de febrero de 2014 los chinos entregan a los bolivianos la Planta de Piloto de Ensamblado de baterías de litio. La planta está ubicada en el complejo industrial de La Palca, del departamento de Potosí. El gobierno boliviano pagó por esa obra cerca de 3,7 millones de US$. Cualquier crítica es válida, pero todas se esfuman ante la evidencia de su importancia de formar técnicos bolivianos. La pequeña plantita fue como un juguete para un niño que aprende y se alegra e infla de orgullo al ver que puede hacer caminar su juguete. Técnicos y políticos aparecen con misturas de palabras para ese gesto de los chinos. Y estos últimos lograron su objetivo de ser un socio serio, un punto más para lograr algo más grande.
El año 2015, la empresa China CAMC Enginnering Co. Ldt. Bolivia Branch se adjudicó la construcción, montaje y puesta en marcha de la planta industrial de cloruro de potasio en el Salar de Uyuni. El monto de contrato es cerca de 26 millones US$. Esa empresa aparece en el triangulo de informaciones entre Evo, su amante y la empresa, que al parecer gravitó en la pérdida del Referendo 21 de febrero de 2016. Una mayoría de electores le dijo No a la reelección del presidente y vicepresidente. De todas maneras, con esa obra los chinos tienen un pie firme en el Salar de Uyuni. La planta está en su fase de construcción final. Otro punto más cerca a la meta.
El proyecto boliviano de la liga mundial
No tanto el cloruro de potasio más bien el litio es “la niña de tus ojos” del gobierno Linera-Evo. Los extractivistas de corazón y de cabeza, pero de boca por la Madre Tierra, sueñan jugar con el litio en la liga mundial de productores de materias primas. Evo quiso producir baterías para Toyota, ver e-autos en Bolivia. Linera catapulta, en su Agenda Patriótica 2025 (ver los pilares 4 y 7), la industrialización del litio, otros minerales y tierras raras como una de sus prioridades hacia el año 2025. Es bueno tener sueños, pero sin la previsión de la realidad y una planificación adecuada con recursos humanos competentes se pueden convertir pesadillas.
Aunque hubo un proyecto serio y muy interesante de técnicos alemanes y potosinos de renombre (ver mi último artículo) para explotar el litio en el Salar de Uyuni, el gobierno inicio uno propio el 1° de abril de 2008, por razones inexplicables. El proyecto planificó 3 fases: “La primera consiste en la construcción de la Planta Piloto de Carbonato de Litio y semi industrial de Cloruro de Potasio; la segunda representa la producción industrial de Carbonato de Litio y Cloruro de Potasio; y finalmente en una tercera fase se realizará la producción de derivados de litio con alto valor agregado y baterías de litio en territorio nacional.” (ver Memoria 2010 de GNRE-Gerencia Nacional de Recursos Evapororíticos, pag. 40). Hoy 2018, el proyecto en su segunda y tercera fase aún no ha sido concluido, más bien está en un proceso de implementación avanzada de la tercera fase piloto.
El litio y la soberanía nacional
Desde su inicio el proyecto tuvo varios constantes, pero dos fueron remarcados por los políticos y técnicos por el gobierno actual: propiedad estatal (soberanía) e industrialización. Esas constantes están fijadas en la Constitución boliviana que ahora Evo y Linera no quieren respetarla. Finalmente (2017), el gobierno y el parlamento boliviano promulgan La Ley YLB (Yacimientos de Litio Bolivianos). Ahí está escrito en blanco y negro: por una parte, que la producción tanto el Carbonato de Litio, el Hidróxido de Litio y otros deben estar bajo la tuición de una empresa 100% estatal, y por otra que la industrialización y semi industrialización de residuos se la puede emprender con empresas privadas nacionales o extranjeras. La Ley N°. 928 del 27-04-2017 reza: “Yacimientos de Litio Bolivianos-YLB, desarrollará los procesos de química básica de sus recursos evaporíticos con una participación cien por ciento (100%) para la producción y comercialización de: Cloruro de Litio, Sulfato de Litio, Hidróxido de Litio y Carbonato de Litio; Cloruro de Potasio, Nitrato de Potasio, Sulfato de Potasio, sales derivadas e intermedias y otros productos de la cadena evaporítica. Procesos posteriores de semi-industrialización, industrialización y procesamiento de residuos, se podrán realizar mediante contratos de asociación con empresas privadas nacionales o extranjeras, manteniendo la participación mayoritaria del Estado.”
En este contexto legal existe un aspecto que nos interesará saber: ¿La producción del Hidróxido de Litio será 100% estatal?
Monopolaridad vs. Multipolaridad
Tenía que ser en Bolivia el encuentro de dos campeones mundiales de exportación, antes era Alemania que fue desplazada por China. No es tan emocionante como el mundial de futbol, sin embargo, ese encontrazo además de ponerte en tensión te hace pensar mucho sobre las acciones desesperadas de los rescatadores del viejo modelo del orden mundial y las ofensivas de los arquitectos del nuevo modelo de orden mundial. El primer modelo busca restaurar la odiada vieja monopolaridad. Sus sustentadores son EE.UU y Unión Europea. El nuevo modelo pretende formar la multipolaridad. Ahí no sólo están China y Rusia sino también Irán, India y Turquía; esperemos que México sea una alternativa en ese modelo. Los mal copiadores del viejo modelo socialista europeo, Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua se desploman porque justo son copias, de paso, mal copias. Subieron al poder y echaron abajo la escalera de su sustento: la mayoría de las bases sociales, entre ellos los originarios del Abya Yala, y sus aliados políticos. Los gobiernos convertidos en dictaduras de esos países fortalecerán no la multipolaridad sino la monopolaridad, al estilo de autogoles, pues después vienen otros criollos amañados por EE.UU. y UE.
El encuentro de los chinos y los alemanes
Pero volvamos al juego interesante de los globeplayers. Tanto chinos como alemanes pujaron por adjudicarse la construcción de la planta de Carbonato de Litio. Hasta el 8 de junio del 2017, a mí criterio, tenía informaciones relativamente transparentes emitidas por la empresa estatal boliviana (COMIBOL, Corporación Minera de Bolivia), la que pario la GNRE después el YLB. En la fecha indicada y en las conclusiones de la convocatoria para la construcción, montaje y puesta en marcha de la planta industrial, a las que arriba COMIBOL figuran todavía la empresa China Maison/MEE Asociasion y la alemana Asociación Accidental AFK. Más después informa KAS (Konrad Adenauer Stiftung de Alemania)[i] que la ACCI Systems GmbH dirige ese consorcio. Recuerden, mientras China ya había accedido a la construcción de la planta de Cloruro de Potasio, Alemania parecía tener el sartén por el mango con la K-Utec, la empresa alemana que diseño la construcción de la planta de Carbonato de Litio. Todo parecía indicar que los alemanes tenían ventaja.
Más después las actuaciones del gobierno boliviano se parecen a las de los magos chapis (de bajo nivel) de un circo. Puedo entender la crítica del único experto boliviano, Juan Carlos Zuleta, quién indica la falta de transparencia en la gestión de litio en Bolivia, les aconsejó leer los detalles de su último artículo.
Las informaciones que salen indican que los alemanes no esperaron a que caiga la manaza. Actuaron bajo la divisa “nicht reagieren sondern agieren”. Todo indica que los alemanes se adelantaron con propuestas cautivadoras. Según un artículo publicado por KAS, la empresa alemana candidata ACI Systems GmH hubo suscrito ya en noviembre del 2017 una carta de intenciones y se hablaran de conformar una Joint Ventures para la obtención y uso de materias primas de residuos y para hacer posible la producción de baterías: YLB 51% y ACI Systems (49%). Al parecer la oferta alemana, hasta ese momento, fue muy atractiva: aceptaron la mayoría estatal boliviana, asumirían todo el proceso hasta la producción de baterías con tecnología alemana y garantizarían el mercado alemán y el de la comunidad europea.
Es muy posible que la empresa alemana con su propuesta no sólo estaba apuntado a la producción de baterías sino también a su oferta original la construcción de la planta de Carbonato de Litio, recordemos, cuyo diseño de construcción fue realizado por otra empresa alemana, la K-UTEC de Turingia. Dos en uno o todo al mismo tiempo pareció ser la táctica de los alemanes. En esa misma línea se la debe ver la actividad de KAS, que es una fundación afín al partido gobernante (CDU). Como nunca, el 6 de diciembre del 2017 la fundación organiza en La Paz, Bolivia una actividad cerrada, que en los hechos estaba dirigido para expertos solo del YLB. El workshop tenía el subtítulo “LITHIUM UND CO-ENERGIERELEVANTE ROHSTOFFE AUS BOLIVIEN” (Litio y las materias primas de relevancia energética de Bolivia[ii]). En el preámbulo de ese taller se lee claramente que Bolivia está entre los “Energiewendepatner” (socio del cambio energético alemana). El Modus vivendi de las fundaciones alemanes es esa: ganar espacios en aquello donde ellos dominan, la ciencia y tecnología, y ganar influencias políticas para canalizar sus intereses.
Los alemanes acceden
El 21 o 22 enero de 2018 esperaba la noticia de la empresa constructora de la planta. ¿Será la alemana o la china, decía? Evo en su declaración pública no dijo nada. Los responsables de YLB informaron que recién en marzo 2018 harían conocer a la empresa ganadora. Y la información caótica tomó más fuerza: hay una ruleta de números de empresas candidatas y no se sabe cuándo sacó el gobierno otra convocatoria. El 25 de abril 2018 informa la prensa boliviana los siguiente, ojo a la información: “La empresa estatal celebra su primer año de creación a través de la Ley 928. Recientemente se firmó la sociedad con la empresa alemana;ACI Systems GmbH para la industrialización del litio.” Industrializar el litio fue siempre el eslogan del gobierno, pero más después se lee en la misma fuente: “…la empresa alemana ACI Systems GmbH como su socia para la construcción de la planta de baterías de litio en Potosí. La inversión asciende aproximadamente a $us 1.328 millones.” Ahora estaba claro, ACI sería la socia de la construcción de la planta de baterías de litio. Más después se sabe que el Joint Ventures estará a cargo, además de lo mencionado, de la producción de Dióxido de Litio, de Dióxido de Magnesio y del material catódico. ¿La producción del Hidróxido de Litio será 100% estatal? Una respuesta la tendremos cuando hayan terminado de firmar el contrato y formar la empresa corporativa.
¿Pero qué fue de la planta Carbonato de Litio? En la información aquella no había ningún rastro. La prensa boliviana amuki (callado), al parecer a ninguno de ellos se les ocurrió preguntar sobre ese tema, todos parecían enceguecidos por el anuncio de la socia alemana y suponían que todo fue entregado a la empresa alemana. Hemos llamado a todas partes, también a las empresas citadas, nos dijeron que las informaciones que salen de Bolivia no son oficiales sino simples declaraciones.
Es sabido que las empresas alemanas de producción de autos están super atrasadas en cuanto a e-autos y que importan sus baterías de Asia. Existen serías críticas al respecto, por lo que están dando un giro para invertir y producir sus propias baterías, para la cual necesitarán la materia prima de relevancia energética como el litio. Alemania, a parte de esa demanda, tiene la urgencia de poseer baterías de ion litio para su política de cambio energético, pues las energías alternativas no fósiles deben ser almacenadas en algún lugar, en eses contexto se habla mucho de Smart Grid. La economía alemana lucha por recuperar su liderazgo tecnológico en la rama automotriz de producción de e-autos y por posicionarse como líder en el cambio de energías alternativas. A cambio de China, Alemania tiene que importar el 100% de las materias primas de relevancia energética.
¿Y qué paso con la empresa china competidora?
El 16 de mayo, es decir semanas después del primer anuncio, la ANF hace conocer que la empresa china Maison Engineering construirá la Planta Industrial de Carbonato de Litio que se ubicará en el salar de Uyuni, en Potosí. Esta firma se adjudicó el proyecto por 96 millones de dólares. Según Echazu, Vice ministro de Energías, la empresa china producirá anualmente entre 15 hasta 18 mil toneladas de Carbonato de Litio, y la planta estará lista en noviembre del 2019. El mismo ministro indicó que ACCI produciría 25.000 toneladas de hidróxido de litio, además una planta de baterías, una planta de magnesio y material catódico.
No sabemos cómo desarrollaron los chinos sus acciones por lo visto muy eficientes. Tampoco conocemos si los de Maison Engineering hicieron una propuesta similar a la de los alemanes. Y si las hubo, por qué la rechazaron los bolivianos. La puerta de críticas y especulaciones está abierta.
El gran salto chino
Aunque la empresa china sólo debe construir la planta y ponerlo en marcha, ese negocio nos es como el de un plomero que arregla tu pileta y luego se va. Para los chinos, al igual que para los alemanes, ese negocio será un trampolín para otros negocios. No nos olvidemos que el primer productor de litio es Talison Lihtium Pty. Ltd. (con sede en Perth, Australia), donde la empresa estatal china, Sichuan Tianqi Lithium Co. Ltd., participa con 51% de acciones[iii]. Con el acceso al litio boliviano, las empresas chinas refuerzan el liderazgo su país en cuanto se refiere a los e-autos (autos eléctricos). Es un paso más para lograr su plan maestro 2025: “Made in China”. La economía china necesita tecnología y acceso a las materias primas estratégicas para dominar la industria 4.0 (digitalización e internet de la producción en base al Big Data), con el smartphone se dirige el smart factory. Los chinos y otros países asiáticos han hecho realidad aquel sueño, el GRAN SALTO, que ahora los economistas lo llaman “Leapfrogging” (que yo lo traduciría como “el salto del sapo”), un salto en base a conocimientos tecnológicos. Con lo que el destino del capitalismo se definirá en Asia.
Aunque China esté por la complementariedad o la multipolaridad, en primera instancia está el interés de la pluralidad de su nación (en ese sentido una nación con identidad cultural, que la han mantenido pese al colonialismo, a la equivocada narrativa marxista de ignorar toda forma de nacionalismo, y al capitalismo moderno de convertir al humano en un número digital totalmente manipulable) de sus empresas o consorcios y los intereses múltiples de su población. Es innegable que el Estado chino esté muy interesado en alianzas, cooperaciones y acciones solidarias con otros pueblos del mundo, pero justo partiendo de su interés múltiple. La pluralidad boliviana debe saber muy bien eso para defender sus intereses.
Bolivia: ni patria grande ni modelo para los originarios
A diferencia de Alemania y China, Bolivia está dirigida hoy por hoy por políticos que no representan a la expresión de la pluralidad de naciones de ese territorio fruto del colonialismo. Lo dirigen políticos de descendencia criolla, para quienes priman sus intereses de familia y de partido (esa es la razón por el eslogan de Patria Grande, no nos dice nada y en la práctica sin nosotros, los orginarios, no es una alternativa). Evo y algunos originarios son de mente blanca y no deciden nada, sirven más bien para manipular y sobornar a despistados aymaras, queshwas, guaraníes y otros.
El modelo boliviano de explotación del litio, insisto no es de los originarios ni para los originarios, ni siquiera de las poblaciones indígenas de Potosí y de la zona del salar de Uyuni. Si no se las incluyen en todo el proceso de industrialización del litio (participación gerencial y propietaria en YLB), con toda seguridad existirán problemas. Y la explotación del litio no será muy diferente a la explotación colonialista de la plata y el oro del Cerro de Potosí. La cosa no queda ahí, los originarios amantes de la madre tierra exigimos que todo proyecto sea extraccionista o no tome en cuenta la diversidad de flora y fauna de la zona de Uyuni. En ese sentido, los políticos responsables del modelo de litio boliviano están prevenidos de que los productores de quinua de los alrededores del Salar de Uyuni tarde o temprano pelearán por sus interés, y nosotros los consumidores también lo haremos.
Bolivia sin norte geoeconómico, China abre otro negocio ahora en Alemania
El modelo boliviano tiene otra falencia: desconocimiento e inexperiencia en cuanto las reglas de juego de la liga mundial. A pocos meses de que los bolivianos anunciaran con bombas y sonajas el deal (negocio) con los alemanes, los chinos anunciaron en Alemania el 9 de julio de 2018 que construirán una planta de baterías de celdas en Turingia, según Deutsche Writschaftsnachrichten. La CATL recibió de la BMW un pedido que asciende a más de 4 mil millones de €. El pedido tiene dos partes una para su filial en China y otra para su producción en Alemania, esta última alcanza a 1,5 mil millones de €. CATL producirá las celdas en Turingia, para la cual ya tiene previsto invertir 204 millones de €. Por lo que la BMW se convierte en el primer cliente de CATL en Alemania. Como si todo eso fuera poco, BMW anunció que a partir del 2020 proveerá de Cobalto a CATL y a su segundo proveedor de batería, SDI Samsung. Según la fuente de información, la empresa alemana de autos no quiso delatar de donde conseguirá esa también importante materia prima, pero en todo caso no de Congo. Los bolivianos tienen que saber que aquí en Alemania existe muchas críticas a consorcios por la explotación inhumana en ese país africano.
Las potencias tienen su geoeconomía, Bolivia no lo tiene. Lo más desastroso sería que Bolivia se convierta nuevamente en exportar de materia prima.
[i] Vom Öl zum Lithium Perspektiven neuer Rohstoffkooperationen, Dr. Hubertus Bardt und Dr. Christian Hübner. Konrad Adenauer Stiftung (KAS), S. 8.
[ii] Ésta y otras traducciones corresponden al autor de este artículo.
[iii] Ver: DERA Rohstoffinformationen Rohstoffrisikobewertung-Lithium, Editor DERA, Berlin 2017, pag. 80-81.