México entre la Selección Natural del Covid y la Post-4T

México entre la Selección Natural del Covid y la Post-4T

Dr. Heinz Dieterich 
Director, Center for Transition Sciences, CTS-UAM 
Coordinador, World Advances Research Project, WARP

28-01-2021

1. El contagio de Amlo: símbolo de post-4T

El contagio del presidente Andrés Manuel López Obrador con el virus del Covid-19 simboliza públicamente que México ya se encuentra en la etapa Post-4T. Es un parámetro simbólico, porque el proceso real de transmutación de la Cuarta Transformación se remonta al mismo año electoral 2018. Lo novedoso de 2021 consiste en que el contagio viral del presidente  --y del de facto vicepresidente (económico) Carlos Slim--  revela ante el ciudadano común la gravedad de la crisis actual y la fragilidad del proyecto: en particular, el problema de la viabilidad, continuidad y liderazgo del proyecto histórico, que AMLO construyó.

La infección del presidente  --que a la luz de su postura anti-científica frente a la epidemia era sólo una cuestión de tiempo--  es, en una palabra, sólo la representación simbólica perceptible de que el país se encuentra en la nueva  configuración de la Cuarta Transformación de México: la etapa Post-4T o 4T-2.0. Esa nueva realidad, the New Normal, representa un problema existencial de adaptación para la Nación y sus decisores principales. Aun así, no está presente en la discusión pública del país.

2. Cuatro Fuerzas originaron  la 4T-2.0

Fueron cuatro vectores de poder que transformaron el proyecto original de la Cuarta Transformación y generaron la Nueva Normalidad que determinará el futuro del país y del presidente.

1. La decisión estratégica de AMLO, de sustituir la fuerza social propulsora del triunfo electoral –las 30.5 millones de voluntades que votaron por él y el cambio nacional--  por una fuerza propulsora estatista. La destrucción de Morena fue el resultado trascendental de esa decisión.

2. La irrupción de la pandemia del Covid, que descarriló el proceso de construcción de la 4T ideado por el presidente, y ante la cual el gobierno nunca encontró la respuesta científica necesaria para controlarla, pese a los exitosos algoritmos de salud pública desarrollados tempranamente por China (Zhōngguó kàng yì qī dà zhìhuì de suànfǎ - 中国抗疫七大智慧的算法 ), de Vietnam y de otros países. Si la incertidumbre sobre el protocolo de seguridad a seguir, incluyendo las estupideces pronunciadas por la OMS, pudo haber sido entendible hasta el mes de abril, 2020, a partir de esa fecha ya no había justificación científica alguna para permanecer en la tóxica cohorte de Boris Johnson, Jair Bolsonaro y Donald Trump.

3. La idea de comprimir dos sexenios en uno para lograr las grandes transformaciones planteadas, era irrealizable. Nadie puede comprimir el tiempo, porque se trata de un vector objetivo de la realidad que expresa una relación entre el espacio y el movimiento. El ímpetu de quemar etapas para resolver los enormes desafíos de la transformación, generaron un modelo de gobernanza contradictorio: por una parte, excesivamente centralizado y, por otra, de micro gerencia detallista. Un modelo, que no es óptimo en un país heterogéneo de 130 millones de ciudadanos con una pandemia descontrolada, sin sistemas de planeación estratégica existentes y con condiciones objetivas adversas.

4. La decisión del presidente, de no convertir el enorme movimiento transicional de masas en un poderoso partido multiclasista con una dirección de vanguardia nacional, sino de sustituirlo con una maquinaria estatista compuesta por siervos de la nación-programas de asistencia social-superdelegados como gobernadores prospectivos y el control partidista del Congreso, tuvo un alto precio político: disipó la vital energía y esperanza del movimiento, disparó la entropía en Morena, dejó en orfandad a muchos cuadros entusiasmados, atrofió el poder de las redes sociales pro-cambio y entregó, como sabemos hoy, las clases medias a la oposición.

3. La 4T y las Redes sociales

La articulación orgánica entre los Palacios Nacionales y las clases sociales de la sociedad global pasa, hoy día, por dos tipos de interfases electrónicas: los medios dominantes o Mainstream Media (MSM), particularmente la televisión, y las plataformas de comunicación digital conocidas como “redes sociales” (facebook, youtube, twitter, etc.). Ambos sistemas tienen una estrecha relación dialéctica, hecho, por el cual es utópico querer regular uno sin regular el otro. La relación entre MSM y social media es dialéctica, pero el polo dominante son los MSM, que controlan las fuentes de información e ideología esenciales, junto con los Estados. Corporaciones capitalistas (MSM) y clases políticas (Estados) son los generadores principales de la visión del mundo (Weltanschauung) de los ciudadanos, mientras que los social media esencialmente reproducen las ideas dominantes, elaboradas por los intelectuales al servicio del poder: editorialistas, presentadores (anchors), corresponsales y “expertos” de las televisoras corporativas.

4. La 4T-2.0 y las Redes Sociales

El dilema de la 4T-2.0 en México es, que no tiene apoyo real de ningún conglomerado mediático dominante, tal como lo disfruta, por ejemplo, la oligarquía argentina con Clarín, la brasileña con Rede o Globo o Trump con Fox News. Su influencia en las redes sociales es, en consecuencia, muy limitada. Las televisoras públicas mexicanas (Canales 11, 22, UNAM, etc.) no ofrecen un contrapeso. Por razones más que evidentes, poca gente las ve. Notimex, la Agencia de Noticias del Estado (¡!) lleva un año parado, sin que a nadie en el Estado le parece importar. Los pros y contras de “las mañaneras”, a su vez, son demasiado conocidas como para repetirlas acá. Y, pese a disponer en 2019 de un presupuesto de casi mil millones de pesos (sic) para la formación de cuadros, no se formó nada, en una coyuntura única de cambio anhelada por decenas de millones de ciudadanos y a pocos meses de una elección crucial .

5. La 4T, ya sólo un Recuerdo

Los pocos parámetros mencionados ilustran, que el proyecto original de la Cuarta Transformación dejó de existir hace mucho tiempo. Sin cuadros, sin partido, sin mística, sin dirección estratégica y ahora, con el líder hegemónico afectado por el virus, sería poco serio y contrario a la verdad objetiva pretender, que la narrativa de la 4T sigue vigente con la gran validez y denotación, que la caracterizaba en 2018. A la luz de los hechos empíricos, la transmutación cualitativa del proyecto original es innegable. En otras palabras, que el país ya vive en la fase 4T-2.0. Es  decir, en la época posterior a la 4T.

6. La Nueva Realidad

Las condiciones para hacer política nacional, alianzas, narrativas para las clases medias y populares, han cambiado cualitativamente, sin mencionar, siquiera, el cambio de gobierno estadunidense hacia una modalidad monroeista formal diferente a la del bonapartismo (populismo) de derecha de Donald Trump, y la conversión del Partido Republicano en un partido neo-fascista, cuya nomenclatura (senadores/diputados) reclama en un 85% un derecho presidencial para realizar impunemente golpes de Estado y desconocer el sistema electoral. Reclama, en pocas palabras, el derecho a la dictadura abierta, tal como Maduro la estableció en Venezuela.

7. La Tarea

Para México es obvio, que independientemente de la evolución de la convalecencia del presidente, el modelo histórico de la 4T ya no es más que un recuerdo nostálgico. Para entender las opciones nacionales y los algoritmos de optimización disponibles, es, por lo tanto, de vital importancia, generar la conciencia transformativa del momento actual sobre las bases de la verdad objetiva. Es decir, buscar la verdad en los hechos mediante el rigor y la verdad científica, para bloquear el avance de fuerzas que pretenden aprovechar para sus intereses particulares la situación delicada de la Patria y el creciente peligro de implosión del proyecto histórico original de la 4T.

8. México ante la espiral desarrollista latinoamericana

Esperamos que el presidente se recupere pronto de los efectos de la epidemia, porque por el modelo de gobernanza que instaló, su papel nacional es comparable al del centro de gravitación en una galaxia. Cuando ese centro de masas colapsa, el sistema se fragmenta y entra en una fase caótica, cuya evolución es difícil de prever y con consecuencias probablemente nefastas para la población y el país.

Por eso es necesario impedir que México caiga en la espiral de fracaso continental de la socialdemocracia desarrollista, tal como sucedió con el Kirchnerismo en Argentina, el Chavismo en Venezuela, el "obrerismo" de Lula en Brasil, el Correísmo en Ecuador y el Evarísmo en Bolivia.

9. El campo de batalla de la 4T-2.0

Este es el campo de batalla para la fase post-4T. Sería de suma importancia, que el presidente se recuperara pronto para jugar un papel decisivo en la inevitable adaptación de su proyecto histórico a la nueva normalidad mexicana y global, para neutralizar en la medida de lo posible las negativas consecuencias acumulativas de los cuatro vectores de poder mencionados.

Si no sucede así, pagaremos el precio de la ley de evolución, que Charles Darwin explicó con brutal claridad: la sobrevivencia es sólo una opción real para aquellos que saben adaptarse a las nuevas condiciones del entorno. En nuestro caso, a la realidad de la fase Post-4T.