Venezuela y los originarios

La Intervención a Venezuela es una contra Abya yala (América Latina)

Muruchi Poma/23.02.2019

Estamos organizados para enfrentar a la intervención gringa yanqui de Norteamérica, aunque sea palo por palo, piedra por piedra, arma por arma, sangre por sangre.“ Son palabras del líder aymara legendario Felipe Quispe (El Mallku) que derrocó al „gringo“ Sanches de Lozada de Bolivia. El Mallku ve necesario repudiar la actitud colonialista del imperio del norte, pues „sería una aberración política e ideológica no repudiar ni condenar a la intervención gringa.“

El cuento del Estado de derecho y Derecho Internacional

En la Carta de las Naciones Unidas en su Artículo 1, numeral 4 se puede leer: „Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.“ Tanto EE.UU. como también Alemanía, España y sus otras "colonias" reconocieron la Carta de la ONU. Como vemos, les importa un carajo las leyes.

Frente a lo que ocurre en Venezuela esa carta es un cuento bonito como el de la caperucista roja. Sirve para engatuzar a los inocentes. ¿Con qué moral pueden exigir ellos por ejemplo al gobierno de Bolivia respete su Constitución? ¿Y ese de Venezuela que se autonombró como Presidente con qué moral dice actuar constitucionalmente cuando acto seguido pide la intervención de una potencia extranjera a su país? Los venezolanos tienen derecho a defender su casa así fuera lo último que tienen, sus vidas.

Los colonialistas y sus „hijos de puta“

Ya el año 1939 el Presidente Roosevelt habría dicho en alusión al dictador Anastasio Somosa „Él puede ser un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta“. El tal ahora autonombrado „Presidente de Venezuela“ no sólo es Guiadó por EE.UU. sino también „su hijo“. Ahora los otros „hijos“, Duque de Colombia, Piñera de Chile yAbdo de Paraguay iran a la frontera de Venezuela-Colombia para recibirle al „Papá“ del norte y para estrecharle la mano al hermanastro Guiadó.

Oportunamente se deshicieron de gobiernos progresistas de Argentina, Brasil, Chile y Ecuador. Son países donde habemos millones de orginarios, quiénes depositaron sus esperanzas en gobiernos corruptos, craso error. Y en esos países el colonialismo regresó en su faceta más brutal. Pero al parecer ni a los izquierdistas les interesa los originarios. ¿Derechos humanos de los originarios? No lo conocen.

El genocidio continua, ¿derecho humano para originarios? No.

El caso de Colombia. El tal Duque está apenas unos meses en el poder y su balance de víctimas indígenas dice mucho de su política. Continua el genocidio. Se sabe, 120 portavoces de organizaciones indígenas y activistas de derechos humanos fueron asesinados durante los primeros 100 días del nuevo gobierno. Un total de 226 personas fueron víctimas de asesinatos.

¿Algún gobierno del occidente se molestó por la situación descrita? Ninguno. Al contrario, el Presidente de Alemania Federal Steienmeier fue a Colombia a felicitar al colonialista Duque por su acción humanitaria frente a lo que ocurre en Venezuela. La situación humanitaria de los indígenas no le interesó. En eso debe estar perfectamente informado que Colombia es proveedor de carbón para Alemania y que para eso se les quitó a los originarios Wayuu su única fuente de agua. Los  socialdemócratas de Alemania, que dicen ser herederos de los postulados teóricos de Carlos Marx, no son más que defensores del sistema actual colonialista, de la política transatlántica de EE.UU.

El Caso de Chile. Me acuerdo: el 20 de octubre de 2006 entregué personalmente a la entonces Presidente de Chile Bachelet, quién estuvo en Leipzig, Alemania, una carta de defensa y protesta por los orignarios de Chile: Los Mapuches. Una respuesta sigo esperando. Ahora es alta comisionada de ONU para derechos humanos. Imaginense eso de derechos humanos. Durante su gobierno y, ahora, de Piñera, los mapuches fueron brutalmente reprimidos y encarcelados. El líder mapuche Jones Huala fue sentenciado a 9 años de prisión.Los originarios reclaman el derecho de propiedad de sus tierras. Derecho humano para originarios no existe.

La división del mundo con El Tratado de Tordesillas del año 1494

Las potencias coloniales España y Portugal firmaron en la localidad de Tordesillas, situada ahora en Valladolid, España, el Tratado de Tordesillas el 7 de junio de 1494. Es decir dos años después de la invasión española al continente que lo llamaron América. Nosotros los originarios llamamos a ese continente Abya Yala, nombre usado por los hermanos Kunas de Panamá y Colombia. Después del regreso de Colón a Europa, los portugueses cuestionaron anteriores repartijas del mundo y se aseguraron con Tordesillas una nueva linea marcada de polo a polo. Esa pasa por lo que ahora es llamada Brasil. Informaciones recientes indican que los portugueses, posiblemente, llegaran hasta Samay Pata de Bolivia.

De esa forma, las potencias coloniales de Europa sellaron el camino para el primer holocausto humano. Se sabe que a fines del Siglo XV el 10% de la población mundial estaba concentrada en el continente de Abya Yala. En términos abolutos vivían allí 60 millones de habitantes. Y en un periodo de 100 años esa población se redujo a 6 millones. El primer holocausto cobró 50 millones de humanos. En comparación, en la Segunda Guerra Mundial murieron cerca de esa cantidad, una mayoría de las poblaciónes de la Unión Sovietica.

Estamos en la época de la Multipolaridad

Con la caida del Muro de Berlin los anticomunistas recalcitrantes pensaron que habían ganado para siempre. „El fin de la Historia“ titula patéticamente el libro de Francis Fukuyama. El liberalismo no tiene más competencia, pensaron los idiólogos del sistema ganador. Se equivocaron de cabo a rabo. Con la caida del muro no desapareció la injusticia en el mundo. Hoy tenemos varias potencias económicas y militares. China, Rusia, India, UE, EE.UU. e Irán. La monopolaridad de EE.UU. se acabo en pocos años. Su „paraiso relativo“ (Robert Kagan) está hundiendose. El imperio está económicamente en bancarrota, pero le queda el poderió militar. Y a plan de sanciones económicas, bloqueos y embargos quieren recuperar su poderío perdido. Si esas medidads no resultan, optarán, como siempre, por la guerra. Muy posible que ahora la tengamos en América Latina.

Abya Yala arderá por años

Una intervención militar a Venezuela desencadenará guerras locales en los diferentes países de ese continente. Emperzará con el reavivamiento de los guerrilleros de Colombia. En Bolivia, el desgaste y debilitamiento político de Evo-Linera puede desembocar rapidamente en un enfrentamiento militar y desembocar en una guerra civil, donde los bolsonarios de Brasil no se quedarán pasivos. Entre los originarios de los Andes circula la idea de RECONSTITUIR EL TAWANTINSUYU. En Perú está formandose entorno a Aduviri un movimiento indígena más radical que el de Bolivia. También las fuerzas políticas de izquierda que fueron desplazadas en estos últimos años en Argentina, Ecuador y Chile no se quedarán tranquilas. La agresión norteamericana está reavivando las fuerzas antiimperialistas en Abya Yala. No apoyaremos a los corruptos e ineptos de izquierda. Pero si lucharemos contra los gringos racistas y „sus hijos“.

Por el modus operandi de Kim

Una mayoría de los países del continente Abya Yala tienen inmensas riquezas servibles para el sistema capitalista suicida. Chile tiene cobre, Bolivia ahora el litio, Venezuela el petróleo. No necesitamos ser cientistas al estilo occidental para saber que si tienes tanta riqueza eso incita a la codicia y envidia de tus vecinos. Ergo: el que tiene tanta riqueza debe pensar también en su defensa. Y ahí los asiaticos son maestros.

Deberíamos optar por el modus operandi de Kim Jong -un. Mientras los venezolanos pelean por su supervivencia y los „hijos“ se arrodillan ante su amo, Kim obligó al gringo racista a la mesa de negociaciones. Los asiaticos, incluido Japón, aprendieron rápido el camino geopólitico por donde transitan las potencias occidentales. Es el camino del poder militar, Pero los asiaticos tienen algo que los latinos no la tienen. Una cultura milenaria. Por tanto los latinos no tienen otra alternativa revolucionaria que convertirse en originarios del Abya Yala, que en si es la cultura milenaria de la parte occidental del mundo. Sin los milenarios no hay patria grande.